1
Bellas canciones perennes,
voces de gratitud
digan con suaves murmullos:
"Dios ya nos da salud".
Hasta los tiempos postreros,
cantos de paz y amor
y gloria a Dios en lo alto
tributa la multitud.
2
Célico alcázar construye
de eterna majestad;
bajo sus bóvedas reinan
misericordia y paz.
Pacto que mira a su electo
siervo David, el fiel,
de cuya Posteridad santa
el reino sin fin será.
3
Pueblo feliz el que escucha
de su venida el son;
y que prepara su alma
para encontrarse en Sion.
Eres, Señor, de los tuyos
el refulgente sol,
de fe, sacratísimo centro,
el óptimo galardón.
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