1
Bellas las manitas son
que obedecen a Jesús;
bellos ojos los que están
llenos de célica luz.
Coro
Bellas, sí, bellas las manos son,
que obedecen a Jesús;
bellos los ojos que siempre están
llenos de célica luz.
2
Hizo las manitas Dios,
porque a Él podrán servir;
hizo el tierno corazón
en su servicio a latir.
3
Toda boca debe orar
cada día al Salvador,
y los pies habrán de andar
siempre siguiendo al Señor
4
Cuanto puedas tú hacer,
Cristo te lo exigirá;
haz, pues, de ello tu placer
con el poder que Él te da
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